



El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos se obstruyen con sebo (aceite) y células muertas. Esto genera la aparición de lesiones como puntos negros, puntos blancos, pápulas, pústulas, quistes o nódulos, dependiendo de la gravedad.
Las marcas de acné son las cicatrices o manchas que quedan después de la inflamación. Estas marcas se dividen en:
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Hiperpigmentación postinflamatoria: manchas oscuras o rojizas que suelen desaparecer con el tiempo, pero pueden tardar meses.
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Cicatrices atróficas: depresiones en la piel, como los tipos "picahielo" (profundas y estrechas), "boxcar" (anchas y con bordes definidos), y "rolling" (superficies onduladas).
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Cicatrices hipertróficas o queloides: bultos elevados causados por un exceso de colágeno durante la cicatrización.
El tratamiento varía según el tipo de lesión y puede incluir peelings químicos, láser, microagujas o tratamientos tópicos como retinoides y ácidos. Es importante consultar a un dermatólogo para evaluar cada caso.